De El saco de
Douglas, Paradiso, 2011
lo vimos partir
con las cabezas inclinadas para no sentir el viento. Nos quedamos ahí sentadas,
sin llorar, sintiendo que faltaba desde siempre. Era verano y mi madre me dijo
no te saques los zapatos. Se escapó de Esmirna en un barquito que era el
último. Sin despedirse. Tomó el último y se vino. ¿Iba sin zapatos para bajarse
mi padre escapado del ejército turco? Dijo mi madre que se los había jugado a
las cartas en el barco de venida y que me tuvo en los brazos cuando nací y que
no me soltaba por nada del mundo. Sus dedos largos de ceniza me muestran la
foto envejecida de la boda. ¿Estás viendo? Este es él y esta soy yo. ¿Y los
zapatos? ¿Y los labios unidos de la novia que parecen cuidar una promesa? La
foto también cruzó el mar y se inclina como arrodillada en el estante y el
gesto de cuando se sacaba las pulseras. Sus gestos de ceniza que no tocan la
tierra. Sus dedos largos soltaron mis dedos: sólo me quedaron las promesas.
(lo vimos partir
con las kabezas echadas para no sintir el viento. Nos quedimos ahí asentadas,
sin yorar, sintiendo ke faltaba desde siempre. Era enverano i mi madre disho no
te quites los chapines. Se eskapó de Izmir en un vaporiko ke era l´ultimo. Sin
despartirse. Topó l´ultimo i se vino. ¿Iba sin chapines para abajar mi padre,
eskapado del ejército turko? Disho mi madre ke se los abía djugado a las kartas
en el barko de venida i ke me tuvo en los brazos kuando nací i ke no me soltaba
por nada del mundo. Sus dedos largos de ceniza me enseñan la stampa amofecida
de la boda. ¿Estás viendo? Este es él i esta soy yo. ¿I los chapines? ¿I los
labios apegados de la novia ke paresen kudiar una promesa? La stampa también
cruzó la mar i se inklina komo arrodiyada en el estante i el gesto de kuando se
kitaba las puseras. Sus gestos de ceniza ke no tokan la tierra. Sus dedos
largos soltaron mis dedos: sólo me kedaron las promesas.)
De Templo de pescadores, Alción 2013
Para qué lanzas tu red,
Señor.
Todo esto
te pertenece.
Yo
-en cambio-
planté semillas
que no florecieron.
La pelusa de las flores
cae
como la nieve.
Por encima
de los sonidos
que hacen
los pescadores
se escucha
la llamada
del shofar.
Mi cabeza oscila
como
la cuerda
de una hamaca.
De Poemas de Middlebury, Huesos de
Jibia, 2014.
De Poemas de Middlebury, Huesos de
Jibia, 2014.
La lista
Lo que él dijo.
Lo que ella dijo.
Lo que dijo la hermana
de él.
Lo que dijeron
los que los vieron
ir
y
venir.
La vieja pertenencia
a un grupo.
El tronco.
La procedencia.
La misma nobleza
o
la misma bajeza.
La sangre.
El agua.
Otra vez
el agua.
Y
finalmente
ella
que ya no escucha.
Your things
I
En el último
cuarto
estamos
sentados
los
tres
-rodeados-
por
tus
cosas.
Fueron
guardadas
con
cuidado
por manos
con
bordes
luminosos.
Ahora
sólo
una urgencia
que
oscurece
los
días
y
la
falsa promesa
de tus
pasos
en el
cuarto.
II
Todo lo que tenías
es una
montaña
que se
yergue
informe
sobre
la alfombra.
Es
sabido
que
las cosas
sanan
mejor
que
los hombres
pero
arrojan
una sombra
leve
que no
se borra.
Una
sombra
que se
clava
como
un
filo
en el
hueso,
insoportable.
III
Aquí estamos.
En la
casa
donde
crecimos.
Mirando
cómo
el
agua
finalmente
se lo
lleva
todo.
León ha publicado Poemas de Estambul (Alción, 2008); El trayecto de la herida (Alción, 2011); El saco de Douglas (Paradiso, 2011), Sala de espera (elCRUCEcartonero, 2013) y Poemas de Middlebury, Huesos de
Jibia, en 2014.
Ha recibido, entre otros, el Premio Academia Argentina de Letras, el
Segundo Premio del Fondo Nacional de las Artes y la Beca Fulbright.
Es Doctora en Letras e Investigadora del CONICET, y se desempeña como docente en la cátedra Teoría de la Comunicación II en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán.
Que buena oportunidad de poder descubrir al facinante poesia de dennisse felicidades.
ResponderEliminarD.Z
Lo mismo digo. Gracias por la poesía, Graciela.
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