domingo, 10 de mayo de 2015

Poesía de Tucumán, Denise León.





De El saco de Douglas, Paradiso, 2011
lo vimos partir con las cabezas inclinadas para no sentir el viento. Nos quedamos ahí sentadas, sin llorar, sintiendo que faltaba desde siempre. Era verano y mi madre me dijo no te saques los zapatos. Se escapó de Esmirna en un barquito que era el último. Sin despedirse. Tomó el último y se vino. ¿Iba sin zapatos para bajarse mi padre escapado del ejército turco? Dijo mi madre que se los había jugado a las cartas en el barco de venida y que me tuvo en los brazos cuando nací y que no me soltaba por nada del mundo. Sus dedos largos de ceniza me muestran la foto envejecida de la boda. ¿Estás viendo? Este es él y esta soy yo. ¿Y los zapatos? ¿Y los labios unidos de la novia que parecen cuidar una promesa? La foto también cruzó el mar y se inclina como arrodillada en el estante y el gesto de cuando se sacaba las pulseras. Sus gestos de ceniza que no tocan la tierra. Sus dedos largos soltaron mis dedos: sólo me quedaron las promesas.


(lo vimos partir con las kabezas echadas para no sintir el viento. Nos quedimos ahí asentadas, sin yorar, sintiendo ke faltaba desde siempre. Era enverano i mi madre disho no te quites los chapines. Se eskapó de Izmir en un vaporiko ke era l´ultimo. Sin despartirse. Topó l´ultimo i se vino. ¿Iba sin chapines para abajar mi padre, eskapado del ejército turko? Disho mi madre ke se los abía djugado a las kartas en el barko de venida i ke me tuvo en los brazos kuando nací i ke no me soltaba por nada del mundo. Sus dedos largos de ceniza me enseñan la stampa amofecida de la boda. ¿Estás viendo? Este es él i esta soy yo. ¿I los chapines? ¿I los labios apegados de la novia ke paresen kudiar una promesa? La stampa también cruzó la mar i se inklina komo arrodiyada en el estante i el gesto de kuando se kitaba las puseras. Sus gestos de ceniza ke no tokan la tierra. Sus dedos largos soltaron mis dedos: sólo me kedaron las promesas.)



De Templo de pescadores, Alción 2013

Para qué lanzas tu red,
Señor.
Todo esto
te pertenece.
Yo
-en cambio-
planté semillas
que no florecieron.

 

La pelusa de las flores
cae
como la nieve.
Por encima
de los sonidos
que hacen
los pescadores
se escucha
la llamada
del shofar.
Mi cabeza oscila
como
la cuerda
de una hamaca.









De Poemas de Middlebury, Huesos de Jibia, 2014.



De Poemas de Middlebury, Huesos de Jibia, 2014.

La lista

Lo que él dijo.
Lo que ella dijo.
Lo que dijo la hermana
de él.
Lo que dijeron
los que los vieron
ir
y
venir.
La vieja pertenencia
a un grupo.
El tronco.
La procedencia.
La misma nobleza
o
la misma bajeza.
La sangre.
El agua.
Otra vez
el agua.
Y
finalmente
ella
que ya no escucha.
 


   Your things

I

                En el último
cuarto
estamos sentados
los tres
-rodeados-
por tus
cosas.
Fueron guardadas
con cuidado
por  manos
con bordes
luminosos.
Ahora
sólo una urgencia
que oscurece
los días
y
la falsa promesa
de tus pasos
en el cuarto.


               II
 
               Todo lo que tenías
es una montaña
que se yergue
informe
sobre la alfombra.
Es sabido
que las cosas
sanan mejor
que los hombres
pero arrojan
una sombra
leve
que no se borra.
Una sombra
que se clava
como un
filo
en el hueso,
insoportable.

                III


                Aquí estamos.
En la casa
donde crecimos.
Mirando cómo
el agua
finalmente
se lo lleva
todo.

  Denise León (1974), poeta tucumana, nieta de inmigrantes sefaradíes.
León ha publicado Poemas de Estambul (Alción, 2008); El trayecto de la herida (Alción, 2011); El saco de Douglas (Paradiso, 2011), Sala de espera (elCRUCEcartonero, 2013) y Poemas de Middlebury, Huesos de Jibia, en 2014.
Ha recibido, entre otros, el Premio Academia Argentina de Letras, el Segundo Premio del Fondo Nacional de las Artes y la Beca Fulbright.
Es Doctora en Letras e Investigadora del CONICET, y se desempeña como docente en la cátedra Teoría de la Comunicación II en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán.


2 comentarios:

  1. Que buena oportunidad de poder descubrir al facinante poesia de dennisse felicidades.


    D.Z

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  2. Lo mismo digo. Gracias por la poesía, Graciela.

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